En sintonía con muchas empresas del sector, BetaMotor retomó gradualmente la actividad productiva en su planta de Rignano Sull’Arno, Italia con una fuerza laboral reducida y siguiendo un rígido protocolo de seguridad establecido por el Gobierno.
Beta había suspendido la producción ante la suba de contagios por la pandemia de COVID-19 en la región. Sólo se mantuvo abierta con personal de emergencia para garantizar la entrega de repuestos.
Si bien la actividad en la planta se reinició, los próximos pasos de la compañía en los días siguientes será reorganizar gradualmente la estructura de producción post coronavirus para poder finalizar con la fabricación, aunque en cantidades menores, de los ciclomotores, motocicletas y todos los modelos de la marca, y cumplir así con la demanda de diversos mercados, ya reducidos en la actualidad por la crisis pandémica.