Gonzalo Montenegro: «La moto es lo que me mantiene activo y entusiasmado»

El piloto de Mar de Ajó, quien sufriera un grave accidente en 2011 y lo dejará parapléjico, volvió a formar parte del Enduro del Verano 2020 en Villa Gesell.

Gonzalo Montenegro, de 32 años, tuvo un accidente mientras se encontraba entrenando en Mar de Ajó para una competencia local. Fue embestido por un cuatriciclo, mientras se levantaba con su moto tras una caída previa, y el golpe le provocó una rotura de tres vértebras y la mandíbula.

Pese a quedar parapléjico, no perdió su pasión por el motociclismo y siguió compitiendo en las carreras que tuvo oportunidad. «La verdad que estuvimos parados todo el año porque no teníamos apoyo económico, veníamos mal», admitió Gonzalo.

«Estuvimos entrenando una semana para correr el Enduro de Claromecó, durante Enero, y de ahí me vine para la costa con la moto que me prestó Matías Moya, el organizador de esa carrera, ya que no tengo maquina propia. En la costa pude hacer un entrenamiento la semana previa a la carrera para probar unas adaptaciones nuevas, donde pude hacer ocho vueltas de cara al EDV», explicó el piloto de Mar de Ajo.

Montenegro utilizó compitió con una Kawasaki de 250cc en la categoría
Principiantes 2 y 4 T ( + de 25 ), con algunas adaptaciones realizadas por el «Cholo» Fernández para poder utilizar todos los comandos con las manos. «Me sentí bien porque la semana anterior le agregamos un sillín donde voy sentado y la adaptación hace como si yo fuera parado en los pedalines».

«Estas adaptaciones hace que trabaje diferente la suspensión, el horquillon, etc. Me permite ir más rápido y seguro en los pozos, y para doblar me da más estabilidad, ya que del pecho hacia abajo no tengo movimiento ni sensibilidad. En las pruebas oficiales dimos tres vueltas, no me caí ni una sola vez aunque la pista estaba bastante rota», explicó el piloto del equipo asistido por la familia Pedersen.

¿Que diferencias podés mencionar de correr con una moto convencional?

«La primera es que yo voy sentado, atado y todo lo hago con las manos. Otro piloto para doblar puede sacar el pié, tiene su equilibrio; para agarrar los pozos se puede parar y puede tomar las curvas internas mucho más rápido y yo no».

«Al no tener equilibrio del tronco, porque tengo una lesión medular alta, tengo que pasar los cambios con las manos, que los tengo adaptados, en todos lados voy sentado y atado, por lo que los pozos me los choco. Esto implica que me tenga que esforzar cuatro veces más que un piloto que está de pié».

¿La sensación que se siente arriba de la moto es la misma que la de otro piloto?

«Yo creo que ahí es donde se justifica todas las horas que hay de trabajo en la moto, sobre mí físico y la gente que me acompaña. El año pasado largamos más de 500 motos y yo entré 320º. Por lo general tengo que largar último, una vez que sale la anteúltima moto en la largada, por lo que partir último y pasar 200 motos en las condiciones que estoy creo que es la recompensa que me demuestra que venimos por el buen camino. Todo lo que venimos haciendo, lo estamos haciendo bien».

«No tengo ningún problema de correr con mi discapacidad ante pilotos que están 100% bien físicamente, al contrario, para mí es como un desafío que tomo. Como todo piloto, obviamente quiero tratar de ganarles a todos lo más que pueda. Es la satisfacción que me da y a su vez la moto, si bien es la que me dejó en esta situación de estar en una silla de ruedas, es la que me tiene activo y entusiasmado».

En el Enduro del Verano 2020, Gonzalo Montenegro finalizó en el puesto 365º de la general de motos, y 47 en su categoría, completando cuatro vueltas en casi una hora y dos minutos. Pero lo más importante, sigue manteniendo su pasión y espíritu intactos.