Y dentro de esos viajes vas conociendo gente, teniendo aventuras, desafíos y todo eso te hace, te forma en quien sos. Como siempre decimos en RR, el haberte visto en la pista nos permitió comenzar a soñar en trabajar junto a vos. Años después se nos dio, y más allá de lo todo el conocimiento, el profesionalismo y la escuela que nos ofreciste, nos diste también lo más importante: la calidez humana, la amistad, la sinceridad y lealtad.
En nombre de todos, de los que como dijo Jorge «los que estuvieron, los que están y los que se vienen».
Dejaste una huella dentro del periodismo nacional e internacional, pero más que nada quemaste la huella de la pasión por el motociclismo en nuestros corazones.
Hay tanto que decir y agradecer que no alcanzan las palabras, pero «GRACIAS», siempre es un buen comienzo…
Elvira
29 marzo, 2019 en 14:30
Escribe como viendo las imágenes a través de una cámara y las describe com belleza y pasión.