Opinión

Somos nosotros

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Arranqué en el 2004 con el Supermotard Argentino, venía de otro palo, no de la moto, debo confesar, de a poco mi corazón se fue convirtiendo en más y más motero. Ya en aquellos días del Supermotard ví el esfuerzo de algunos pilotos que con esa infinita pasión llegaban con su Dunita y un trailer, dormían en el auto, con el mango justo pero que con una dignidad terrible se ponían el jersey o el mono, las botas, el casco y con la goma que le quedaban se ubicaban en su posición en la grilla de partida, orgullosos. Su acompañante, siempre un familiar, principal sponsor seguramente, el cual al verte llegar a la carpita siempre te convidaba con una gaseosa, empanada caserita o salame de su terruño querido. Nunca me sentí discriminado en ninguna de las categorías en las que trabajé y mire que me desempeñé en todas.

Mamé el esfuerzo, supe de sus carencias, aporte con lo que pude. Mi compromiso con todos ellos fue darles la difusión que se merecían en este ingrato país donde el futbol es Rey. Como Quijote en su lucha con los molinos de viento, empecinado hasta hoy en día, trato que el Argentino promedio sepa del Motociclismo local.

Pero como buen nieto de inmigrante italiano me hierve la sangre cuando al piloto se lo menosprecia o ningunea.

Cuando veo que otro piloto va a probar suerte a otros horizontes por distintas razones me duele un poquito ya que es resultado de, a veces, no ser premiado como corresponde por su labor en pista, sea la categoría que sea. Años hace ya que me duelen los oídos cuando escucho la queja de pilotos argumentando en contra de los flacos premios que reciben, a pesar de esto, el circo sigue. Cada vez más este medio publica novedades de pilotos que emigran a España, Brasil o EEUU.

Más bronca me dio un artículo publicado en un medio motor grande escrito por un periodista especializado, ambos por una cuestión de ética, mía obviamente permanecerán anónimos.

Xtreme 110

En él, se menciona a un piloto que hizo sus primeros pasos en una categoría escuela, la Xtreme 110, en la cuál tuve el orgullo de participar convocado por Tony Koubas y Rodrigo Huidobro, y que llego a ser campeón en la categoría R3 Cup.

La nota en cuestión

La Xtreme 110 tenía como virtud la de ser la oportunidad para muchos pilotos noveles de hacer sus primeras experiencias en el motociclismo de velocidad en pista con motos de 110 c.c., esas que se usan en la calle y con las que recibís los deliverys o mensajería. De ahí a llamarla categoría delivery hay un gran trecho. Es menospreciar a una categoría escuela que permitió llegar a las mayores a muchos pilotos. Me da verguenza ajena y mucha bronca porque sé del esfuerzo, no solo el físico, de sus creadores para organizar este campeonato para muchos. Fue una de las categorías que más aprecio le tuve.

Cuando digo que «Somos nosotros» significa que los responsables de darle difusión y relevancia a todas las categorías y a sus pilotos, apoyarlos, respetarlos, ayudarlos desde la posición que sea: periodistas, dirigentes, organizadores y público. Se necesita mucha pasión y dedicación para ser un piloto de motociclismo. Se lo debemos. Nos lo debemos.

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