Yo fui criado en el respeto a la mujer. Tuve ejemplos en mis mayores, mujeres especialmente, de que no existían diferencias entre los sexos.
Los tiempos que corren hicieron desaparecer el llamado telefónico. Yo particularmente en algunos casos lo extraño. Recibo un Whatsapp de Valeria que participo en la Caravana Solidaria y quería contarme sobre una rodada solo para mujeres. Me encantó la idea y programamos un encuentro.
El lugar, el local Royal Enfield de Pilar. Una mañana desapacible nos reune en ese local, idéntico al de Vicente Lopez. El responsable de establecimiento, José Morad, nos convida un rico café y comienza la charla.
Valeria, cuyo apellido es Penz, muy germano, resultó ser la Vikinga, mujer conocido en el ambiente motoviajero. Fiel a su origen, intimida por su altura y aplomo aleman.
Me cuenta esta iniciativa de la rodada femenina que viene organizando hace 6 meses aproximadamente.El Woman Ride Out. Es un rally que hasta ahora convocó a 70 mujeres de todas las provincias y Uruguay y tiene un tope de 100 participantes usuarias de todas las marcas.
El trayecto incluye rutas de asfalto y para las que se animen hay un trayecto de tierra. El punto de encuentro es el propio local de Pilar de Royal Enfield, marca que se identifica con el evento porque es la esencia dela marca ya que son motos viajeras. Jose nos dice que las Royal son motos que no fueron hechas para llegar rápido, son para llegar adonde quieras. La Vikinga recorre todo el trayecto del evento en una Himalayan. Es por eso que la marca recibe y convida a las motociclistas con un desayuno.
De ahí el próximo destino es Capilla del Señor donde se va a disfrutar de un refrigerio, después a San Antonio de Areco, por la ruta 41 hasta San Andres de Giles. Dejando atrás esta ciudad al llegar a la localidad de Azcuenaga el grupo se divide en las que siguen el viaje por tierra y las que prefieren el asfalto. Antes de esto el grupo de moteras se divertirá con unos juegos. En total el trayecto es de 200 km. aproximadamente.Cabe aclarar que es un rally, es por tiempo.
El punto de reunión de los grupos, el que siguió por asfalto y las que se animaron a la tierra, es en Parada Robles, de ahí se sigue todas juntas a La Aldea, a Nórdico Bar, final del evento, con música y almuerzo incluído.
La convocatoria es el Domingo 13 de Octubre, se cobra una módica inscripción de $800.- a las moteras y una entrada a los participantes del evento. Para más información se puede mandar un Whatsapp al celular de Valeria o la Vikinga: 11-2458-2262 o también al facebook https://www.facebook.com/events/380170089504411/?ti=cl
En instagram se puede encontrar como @womanrideout.
Se llevó a cabo la Ruteada Solidaria organizada por Belén Couso, referente de Mujeres al Mando. Con una asistencia de m’as de 100 motos con algo rosa en la moto o indumentaria, se dirigieron desde Costanera Norte hasta Parque Roca visibilizando con este color la necesidad de actuar en prevención al cancer de Mama.
En el Parque Roca se juntaron con varios chicos a quienes le dieron de comer, tuvieron diversas actividades recreativas y les regalaron un juguete que dejaron en cajas al llegar al lugar de partida. Para todos los asistentes hubo bandas y food trucks. Una fiesta total.
Estuvimos allí en un día bellísimo y estas son las imágenes:
La iniciativa está dirigida a mujeres y se propone acercarlas al mundo de las motos.
Belén Couso es la fundadora de Mujeres al Mando, una comunidad de mujeres motociclistas que desde hace 4 años viene impulsando el motociclismo femenino. Actualmente, esta comunidad es la más grande en Latinoamérica y cuenta con más de 20 mil seguidoras.
Belén señala que, históricamente, la moto fue un vehículo reservado para el género masculino. Por lo que muchas mujeres no se animan a subirse a una, y lo ven como algo muy lejano y hasta imposible.
Por ese motivo, YPF Elaion Moto se unió a Mujeres al Mando ofreciendo becas para las interesadas en participar de una clínica de manejo. En ella aprenderán conceptos básicos de manejo seguro e inclusión al tránsito.
“Nuestro gran propósito es que se sientan seguras y con el conocimiento fundamental para incorporarse a un ecosistema de movilidad seguro”, comenta Belén, “Queremos más mujeres en moto, darle acceso al aprendizaje y que se muevan cómo quieran, y nada más importante que una empresa como YPF nos acompañe en este proceso”.
Mujeres al mando se transformó en una actitud de vida para muchas; la moto las representa como un signo de fortaleza y movimiento.
En el mundo de las dos ruedas, el apellido Bonomi resuena en la historia grande. En esta oportunidad, María Bonomi nos cuenta como fueron sus inicios con las motos y sus particulares anécdotas.
«Siempre me gustaron las motos, mi primer modelo fue una Gilera Macho azul alrededor del año 1973, cuando las cuotas me salían 16,50 pesos de aquel entonces, y tenías que juntar las monedas. Me moría de frío cuando viajaba, porque obviamente manejaba en jeans, zapatillas y campera», recuerda María con nostalgia y frescura.
Sus primeros pasos en la actividad comercial, si bien fueron en las dos ruedas, no precisamente fue con las motos. «Mi trayectoria comercial inicia primero con una fábrica de bicicletas que se llamaban ‘Biciross’, pasaba a buscar en una camioneta Peugeot 404 a los chicos por el colegio y los llevábamos a la bajada de la calle Perú, en Martínez, para que probaran las bicis. Pertenecer al Team Bicicross para ellos era lo máximo. Mandé a hacer calcomanías y remeras con el mismo logo de la marca cuando no existía el merchandising. También hubo otras personas que hicieron pistas de lo que es hoy el BMX pero en el año 1976».
María, junto a su hermano Alfredo «El Yeti» Bonomi fueron de los primeros importadores en Argentina de importantes firmas europeas entre las décadas del ’70 y ’80 como Dainese, ApinStar, Fox, incluso antes que se abriera masivamente la importación. «Empecé a trabajar con las motos Montesa, al país venían las motos japonesas pero nosotros trajimos la marca europea y también los cascos Nava. Otras marcas que importamos al país fueron Dainese, Alpinestars, Fox, Cascos Rider, Cascos Nava, TGM, y de motos como SWM, GM, Aprilia, Maico y por supuesto Montesa.Tuvimos 32 concesionarios en todo el país, desde Salta hasta Ushuaia», rememora.
«Tuve la posibilidad de ir al Salón de la Moto en Milán, invitada por Nava, donde nos terminaron de dar la representación de la marca», asegura María. La relación con las marca era tan estrecha que hasta incluso les facilitaban los productos. «Recuerdo que no teníamos recursos económicos y Nava nos había dado cascos de muestras y elementos para poder armar el stand de Expomóvil», comentó sobre la feria del sector que se realizó en 1979 y 1981 en el Predio Ferial La Rural de Buenos Aires.
¿Cómo fueron esos inicios del motocross local y cómo te fuiste involucrando?
«Yo me paré un día a mirar las primeras carreras de motocross que se hicieron en La Rural, llamadas Rock y Motocross, o una algo por el estilo, donde corrían por ejemplo el ‘Pichi’ Bertoldo, ‘El Pomo’ Delviso, Claudio y Alejandro Pesce, etc. Era muy precario porque podías ver a los pilotos correr con jeans y las botas de cuero Marasco y Speziale, y la faja elástica que se conseguía en las farmacias».
«Mirando las condiciones en que corrían los pilotos me pareció que no podía ser que corrieran así, y cuando viajara a Europa tenía que traer cosas para protegerlos, porque no podían correr con esos calzados, un jean y un buzo. Ahí fue cuando viajé a Milán y Nava me recomendó que vaya a Dainese, y así fue que trajimos la marca».
«En 1978 Montesa nos envío dos pilotos: Tomás Goinger y otro más, quienes corrieron en el Latinoamericano. Primero tuvimos como piloto en 1977 a Fernando Muñoz, campeón español de motocross, quien daba clases a otros motociclistas en la olla de Ezeiza, que era un lugar famoso. Después trajimos a un inglés, que vivió en mi casa como la mayoría de los extranjeros ya que no disponíamos de recursos para alojar los pilotos en hoteles».
Osea que eran mucho más que representantes en el país de esas marcas
«Incluso varios pilotos conocidos venían a solicitarnos que los apoyemos, como Juan “Manuelito” Fangio, el sobrino del quíntuple campeón de Fórmula 1, a quien mi padre lo auspiciaba en su auto de carreras y dado a esos éxitos, el sobrino quería repetirlos».
«Además de eso llevé a dos pilotos a correr a Europa: Charly Alué y “EL Gringo” Frangrote, con quienes estuvimos conviviendo en lo de Joël Robert, seis veces campeón del mundo. Robert vino dos veces a la Argentina, la primera que fuimos a Bariloche, donde dio clases de motocross, y otra vez que estuvo en Expomóvil. También traje a Michel Combés, Jean Claude Nowak, a otro belga y un norteamericano, es decir varios pilotos».
Joel Robert
Gio Sala
Jean Pierre Raemdomck
Con Joel Robert
Michel Combes
Virginio Ferrari
Tal vez muchos recordarán los Supercross de La Rural de los años ’90, en los que María estuvo detrás de ellos. «Me tocó organizar el stand, el evento, los sponsors, el marketing, ¡todo!», asegura.
Entre otras de sus importantes proyectos dentro de la actividad nacional, fue de las pioneras en traer al país nuevas modalidades. «Traje la modalidad del enduro al país cuando acá era desconocido. Tampoco nadie tenía idea de lo que era el trial, y de hecho traje a un piloto que se llamaba Felix Kranastover para que hiciera una demostración con su moto en una de las Expomóvil».
Pero sus innovadoras iniciativas dentro del mundo de las motos continuaron incluso hasta no hace mucho, entre 2004 y 2009 trabajó dentro de la organización del Enduro del Verano incorporando la ya «extinta» Carpa VIP para recibir a los pilotos y empresas del evento. Y como si todo esto no le alcanzara, se dio el lujo de asistir a la piloto italiana de cuatriciclos Camelia Liparoti durantes los Rally Dakar de 2009 a 2011. Maria Bonomi, toda una pionera del motociclismo nacional.